El alcalde de la ciudad de Valledupar Mello Castro González, está inmerso en el negocio que se mueve detrás de la deforestación del Cerro Hurtado. Él y su primo José Guillermo “Pepe” Yamín Castro, fueron junto a su familia los más beneficiados con la modificación del POT en el año 2015, cuando ambos ejercían como concejales de la ciudad, en el gobierno del exalcalde Fredys Miguel Socarrás Reales, es por ello que hoy la construcción de más de 30 viviendas continúa en las faldas del Cerro Hurtado sin que el mandatario de los vallenatos haya hecho un pronunciamiento para frenar la deforestación, pese a las denuncias y el rechazo que ha generado esta situación al tratarse de una zona que fue declarada en el año 1996 reserva ecológica y patrimonio de Valledupar.
La corrupción ha sido el hilo conductor del alcalde Mello Castro en la ciudad de Valledupar, durante el tiempo que lleva en el cargo ha marcado el derrotero corrupto de la siguiente manera; compró al personal del comité de revocatoria, para evitar que el proceso continuara, le dio un espaldarazo al director del Área Metropolitana de Valledupar, quien además resulta ser su cómplice en los entramados de contratación, consiguió a través de su secretario de Planeación poner una contralora de bolsillo y para cerrar con broche de oro, respaldó al director de la Oficina de cultura pese a la denuncias de corrupción por las que fue señalado.
Luego de las denuncias realizadas por el escultor Jorge Maestre a este medio y publicadas en nuestra séptima edición de El Periódico, sobre las ‘coimas’ que estaría cobrando el director de la Oficina de Cultura Municipal, Carlos Liñán Pitre, a cambio de otorgar contratos, conocimos nuevos detalles de las polémicas actuaciones de Liñán Pitre, donde los manejos de los recursos destinados a incentivar a los gestores y creadores culturales de Valledupar, al parecer no se estarían distribuyendo de la mejor manera.