La cultura narco, traqueta y fraudulenta que por años ha prevalecido en Colombia, ha cercenado de tal forma las instituciones, que se ha querido normalizar los actos de corrupción que acontecen a diario en este país, al punto de perseguir, a quienes ponen al descubierto a los que durante año han utilizado las ramas de poder para su lucro personal, o para escalar posiciones en un país donde la moral y los valores quedaron en un segundo plano hace mucho tiempo.
Este prólogo es necesario para hablar de lo que desde hace tres meses es tema de conversación en Colombia, la salida del polémico fiscal Francisco Barbosa Delgado y de la llegada de su mano derecha como Fiscal General de la Nación encargada, Martha Yanet Mancera, una mujer cuestionada porque según las investigaciones periodísticas publicadas por medios contrapoder y de investigación dan cuenta de su actuar delictivo, al parecer por tener vínculos con grupos ilegales en el Valle del Cauca y el puerto de Buenaventura que envían drogas para otros países. Aunque los testimonios y las pruebas documentales reveladas por algunos medios de comunicación han sido contundentes, que ni la misma Mancera se ha atrevido a refutarla, algunos medios de comunicación que protegen interés de empresarios y políticos de este país, han tratado de lavarle la cara a la que desde la semana pasada ejercer como fiscal.
Si en algo estoy de acuerdo con el exfiscal Francisco Barbosa, es que quien ostente el cargo de Fiscal General de Nación, se convierte en el hombre o la mujer más poderosa de Colombia, solo hay que mirar el retrovisor de los últimos cuatro años para corroborarlo, Barbosa protegió, encubrió, archivó procesos, y atacó según sus intereses, por ello, hoy hay muchos simpatizantes de Martha Mancera, que quieren seguir manteniendo la puerta giratoria que ha existido durante años en la Fiscalía, donde banqueros, empresarios, narcotraficantes, contratistas y políticos tienen un aliado. Esa es una de las razones por las que medios de comunicación al servicio de los poderes económicos del país, no han hecho réplica de las denuncias realizadas por Daniel Coronel a través de la revista CAMBIO, la revista RAYA, Noticias UNO y el ESPECTADOR, sino que, por el contrario, han salido a endiosar a la fiscal encargada Martha Mancera, mostrando solo sus pergaminos y no las manchan que enlodan su trasegar en la justicia.
Para las regiones resulta de suma importancia quien esté de fiscal general de la Nación, toda vez que es desde Bogotá de donde se mueven los procesos de gran envergadura en las regiones. En una conversación off de récord con una fiscal en Valledupar, donde hablamos de lo permeada que está la justicia en la capital del Cesar, principalmente fiscales, jueces y magistrados, me decía, que muchas de esas acciones de corrupción se originaban desde el orden Central.
Es por ello, que hoy varios sectores le apuestan para que Mancera demore largo tiempo en la fiscalía entre ellos están; los clanes políticos de las regiones, los contratistas que se roban el PAE, los que se roban la plata del agua en La Guajira, los narcotraficantes que utilizan los puertos de Santa Marta, Barranquilla, Cartagena La Guajira y Buenaventura, para sacar la droga, los políticos que cada cuatro años compran los votos y a través de contratistas se roban la plata de los proyectos de las regiones y un sinfín de personalidades de bien en Colombia que se identifican con la nueva fiscal y que deben de estar pidiendo cita para apoyarla y ponérsele a la orden.
