Rafael Villarreal, de las calles de Chimichagua a los estadios de México

Rafael Villarreal Correa, nació en el municipio de Chimichagua en el departamento del Cesar, un 23 de mayo del año 1999, su destreza con el balón, llamó la atención desde muy pequeño de los entrenadores de clubes de la pequeña población ribereña, a sus 11 años ya era un referente y quienes estaban a su alrededor, presagiaba que el niño prodigio del futbol estaba para grandes cosas, fue entonces cuando con el apoyo de sus padres decide llegar a Valledupar para seguir consolidando su carrera en el Futbol.

Su destreza con la pelota, su afinidad con la red para marcar goles y la habilidad para asistir a sus compañeros, hizo que su paso por la capital del Cesar fuera fugas gracias a su buen desempeño en el club que lo acogió llamado “Futuras Estrellas”, allí recuerda que marcó nueve goles, lo que se convirtió en el tiquete directo a la capital del país.

“Luego de mi paso por Valledupar, llegó al municipio de Sibaté, Cerca de Bogotá, donde jugué en Club Deportivo Panteras, de ahí se me da la oportunidad de viajar Europa a jugar un torneo internacional, en ese viaje cumplí unos de mis sueños que era conocer el Santiago Bernabéu”, expresó Villarreal Correa.

De las inferiores del Cali al futbol paraguayo

Al regreso del torneo disputado en Europa y gracias al nivel futbolístico por el que pasaba en ese momento a sus 20 años, llega a las inferiores del club América de Cali, después de varias sesiones de entrenamiento conoció a quien le abriría las puertas al futbol internacional Stiven Mora Franco, quien, confiando en su talento, le abrió camino para que llegara al futbol paraguayo, en ese país fue donde Rafael Villarreal, puso a prueba si el futbol era lo suyo.

“Adaptarme al futbol paraguayo fue un proceso bastante complejo, porque allá no es como jugar en Colombia, que se juegan mucho a la pelota, en Paraguay es de más contacto de más roce, de bastante intensidad, mucho choque y fuerza”, aseveró el jugador Cesarense.

En tierras guaraní, Rafael se la jugó el todo por el todo, cuando decide jugar en un club de la tercera división del futbol de ese país, con el fin de sumar minutos, la estrategia le funcionó, un club de la segunda división lo vio jugar y se lo llevaron, no obstante, fue como una estrella fugaz, debido que la estabilidad de su carrera estaría en el país azteca, el Club Fénix Piedras Negras de México, hizo una oferta por el jugador cesarense que no pensó dos veces.

“Ese paso lo logré principalmente por Dios, soy partidario de que a veces, uno puede tener muchas capacidades y mucho talento, pero si no tienes esa gracia de Dios, es complicado tener ciertas cosas”, terminó asegurando el deportista.

Su familia y sus sueños

El jugador reconoce que además de la gracia de Dios en todo su proceso, su familia jugó un papel importante en los logros que ha obtenido. “Mi madre Ibeth Correa y mi padre Wilman Villarreal, mis hermanas y mis tías, ha sido incondicional y ha sido fundamental para alcanzar ciertos sueños y objetivos, que he tenido en mi vida”, dijo el jugador.
La gran apuesta Rafael ‘El Tanque’ como le llaman, es poder tener un debut con algún equipo del continente europeo.

Esta promesa del futbol, al final de la entrevista dio una reflexión para todos los jóvenes y niños y niñas, que tienen ese deseo de convertirse en jugador profesional, “Encomiéndense a Jehová que él les mostrará el camino, también tengan esa disciplina. y entender que hay que tener decisión, fortaleza tanto física como mental, porque en ocasiones sentirás que ese esfuerzo no está valiendo la pena, pero perseverando se obtienen los logros”.

Dentro de las personas que se destacaron para su formación están Alberto Gulloso en Chimichagua, al profe José Michael Castañez y al club vallenato Futuras Estrellas.