La distancia entre el presidente de la república Gustavo Petro Urrego y la dirigencia política de los departamentos de la costa Caribe es cada vez más notable, sobre todo en espacios públicos, así quedó registrado en el municipio de Bosconia, durante la más reciente visita del mandatario de los colombianos, allí el representante a la Cámara, Carlos Felipe Quintero, el gobernador Andrés Meza Araújo, el secretario de gobierno Eduardo Esquivel y el alcalde Edulfo Villar, le hicieron una calle de honor para recibir y saludar el presidente, no obstante, este se bajó del vehículo y no saludó a la dirigencia política que lo esperaba, sino que, se abalanzó a las multitudes. Lo mismo habría pasado en el departamento de Córdoba donde el presidente, le habría hecho un desplante en público al gobernador de ese departamento.
Existen varias razones que podrían justificar la actitud del presidente de la república, una de ella es, que varios de los departamentos de la Costa, están siendo manejados por clanes políticos, que se han aliado con paramilitares para apropiarse no solo de los recursos públicos, sino que, han masacrado la democracia perpetuándose en el poder, el Cesar es uno de ellos, aquí el clan Gnecco, los Araújo, Los Molina, Los Cuello, los chanceros, han sido señalados en múltiples ocasiones de haber tenido nexos con los grupos paramilitares y varios miembros de estas familias han sido señalados de parapolíticos y no se les puede olvidar que fue Petro en su etapa de senador, que desmanteló los nexos entre políticos y paramilitares, por ello es ilógico pretender que el presidente llegue a sentarse a manteles con una dirigencia política sucia y manchada de sangre y corrupción. Y aunque el alcalde de Bosconia Edulfo Villar pudo haber sido el alcalde diferente del Cesar, por haberse hecho elegir como un líder Anti-Clan, su ideología solo demoró un año, y luego terminó vendiéndole el alma a la dirigencia política, hoy, aunque ellos no lo consideran uno de los suyos, el si se cree uno de los de ellos.
La molestia del presidente con los clanes que se han apoderado poco a poco de este departamento es notable, quizás tan notable como la rabia que se le ve a la dirigencia política, que ha criticado hasta más no poder cada paso que ha dado el presidente Gustavo Petro. El discurso de Petro en Bosconia parece ser la gota que rebosó la copa, allí trató a la clase política del Cesar de ‘Sanguijuelas’, asegurando que los mandatarios del Cesar aprovechan las calamidades y los desastres para declarar emergencias y luego quedarse con los recursos que van destinados para los afectados, utilizando los contratistas amigos. Estos dardos lanzados por el presidente me hacen pensar dos cosas, la primera que Petro está Leyendo El periódico y la segunda que alguien del Cesar que conoce la corrupción que se esta carcomiendo a este departamento le está hablando al oído.
Es que no dijo nada que no sea cierto, la gobernación del Cesar tiene un staff de contratistas, a quienes les otorga los millonarios contratos como, por ejemplo, Gustavo Vazquez Cotes, Hector Gomez, los hermanos Egurrola y Darío Peinado entre otros personajes con los que han ejecutado recursos de la paz, los juegos bolivarianos y los millonarios proyectos de agua a través de Aguas del Cesar, en municipios donde pese a la inversión no llega el servicio. Y si revisamos la alcaldía de la capital del Cesar, es peor, porque todo queda en familia, Mello Castro González, ficha del Clan Gnecco, que hace poco declaró la alerta roja por la ola invernal, contrata los recursos con las empresas del hermano Jose Guillermo Castro y con los familiares de la esposa a través de empresas que han traído de Medellín y así están los alcaldes de los municipios Pdet, que donde le hagan una interceptación como la que le hicieron a Mario Castaño, en el Cesar no queda títere con cabeza, porque la pudrición que hay en esta región del país es monumental.
Esperemos que los cesarenses en las próximas elecciones elijan bien, estas acciones del presidente sirven para que vayan mirando el talante de su mandatario, es necesario que la dirigencia política de este departamento tenga como aliado al gobierno, pero no pueden ser la misma clase política de siempre, ni tampoco los que hoy se quieren poner una capa y posar de impolutos y salvadores, cuando todos en el Cesar saben quiénes son sus mentores y a quienes le obedecen.
