Por: Luis Maestre
El pasado martes 9 de agosto se celebraron los primeros 26 años de aquella visionaria decisión de proteger los cerros tutelares de Valledupar. El hecho histórico sucedió en 1996, cuando el Concejo Municipal de Valledupar declaró mediante el Acuerdo 032 zona de Reserva Ecológica y Patrimonio de la Ciudad los cerros la Popa y Hurtado.
Consideran los concejales que los únicos hitos naturales que existen dentro de la malla urbana de la ciudad son estos cerros, por lo cual se hace necesario su conservación, para que estos se conviertan en identidad ecológica de Valledupar. Además de lo anterior, se prohíbe la construcción de viviendas individuales o colectivas que atenten contra el equilibrio ecológico de estos, pero dicho acuerdo no se ha respetado.
Un lunes festivo 11 de enero de 2021, la presencia de maquinaria de construcción en la falda suroccidental del cerro Hurtado puso en alerta a la comunidad. Inmediatamente se hizo la inspección del área, donde se evidenciaron labores de adecuación del terreno; tales como movimiento de tierra y tala, por lo que se notificó a Corpocesar, a la Procuraduría Agraria y Ambiental, a la Alcaldía y a la Contraloría Municipal. De dichas obras, se constató que no contaba con la licencia de construcción aprobada, irregularidad que aprovechamos para ir hasta la inspección de Policía y pedir el acompañamiento policivo para solicitar el cierre de la misma por infracción a la norma urbanística.
Por otro lado, se avanzó en pedirle a Corpocesar una visita técnica; y enviar a la Curaduría Urbana 1 las objeciones para la cancelación del otorgamiento a las licencias de construcción. Poco a poco; se fue tirando del hilo para entender la compleja situación que amenazaba el equilibrio ecológico de la reserva ecológica.
Analizando detenidamente el Acuerdo 032, el plan de ordenamiento territorial y otra documentación, se encontraron modificaciones avaladas por el Concejo Municipal en 2011. Se trataba de un acuerdo 021, en el artículo 92, parágrafo único que indicaba: “En el Cerro Hurtado se exceptúa la Manzana F de la Urbanización Santa Rosalía, en la cual no menos del 70% del área a desarrollar en dichos proyectos se destinará a la conservación de la vegetación nativa existente”, es decir que, el área de sustracción del cerro para la Manzana F era de 11 mil metros cuadrados aproximadamente, y dicha manzana se ratificó en Corpocesar y en el segundo POT de Valledupar por medio del Acuerdo 011 de 2015.
Los primeros pronunciamientos oficiales de los entes gubernamentales argumentaban la legalidad de la obra urbanística. Afirmaban que todo estaba en orden y bajo la legalidad. En lo que respeta a mí como Vigía Ambiental, pude observar como todo el aparataje del Estado se confabulo para permitir este ecocidio a todas luces. Ecocidio por atentar contra la biodiversidad de toda esta importante Reserva Ecológica del Bosque Seco Tropical. Cada majagua, puy, palo santo, guayacán, dividivi, cañahuate, resbalamono, cactácea, guamacho, cada insecto, ave, mamífero, reptil, merecen toda nuestra protección.
¿Que sería del bosque sin sus árboles? ¿Qué sería de Valledupar sin sus cerros tutelares? ¿Qué sería de mi espíritu si no volviera a ver tus colores?
A la fecha de hoy damos por cantada la Victoria Verde, pues la cancelación de las licencias de construcción nos deja como colectivo del Foro Ambiental del Cesar una satisfacción. Esta victoria, es la primera de las muchas que vamos a conseguir como sociedad civil en defensa de nuestros ecosistemas. Este proceso nos dejó muchas enseñanzas, muchas alegrías y satisfacciones, nos unió como sociedad, como colectivo, gracias a todos aquellos que aportaron su granito de arena para la conservación de esta reserva del Bosque Seco Tropical en Valledupar. Solo resta esperar a que nuevamente el área de la Manzana F sea reintegrada al área de Conservación del cerro Hurtado.
Gracias a los Hermanos mayores de la sierra Nevada de Santa Marta, al Foro Ambiental del Cesar, a la Mesa del Árbol, a la Plataforma de Juventudes de Valledupar, a Campamentos Juveniles, a los Medios de Comunicación y periodistas que hicieron eco de esta alarma ambiental, a la fundación Mentes Brillantes, a los líderes comunales y ambientales, y sobre todo a los 4.538 firmantes de la campaña “Yo Defiendo el Cerro Hurtado”. Tengan por seguro que ya hacen parte de la identidad ecológica de Valledupar y estarán al buen cuidado de los jóvenes vallenatos, a quienes hacemos entrega del inventario ecológico de la ciudad. Delegamos principalmente en ellos; su conservación y protección.