Lizeth Morcillo, una docente de 31 años y Greta Rivas, una psicopedagoga de 25, son dos amigas que unieron sus habilidades y creatividad para imprimirla en retablos, que enmarcan momentos especiales, dándole vida a su emprendimiento Retablarte.
Quien inicialmente ideó este negocio fue Lizeth, quien para sacarlo adelante fue respaldada por su padre, él la ayudó a conseguir los materiales para consolidar Retablarte de la mano de su amiga Greta. “La historia de Retablarte es curiosa, porque empecé comprando cuadros para vender y mi papá me dijo que por qué no los hacía yo misma, él fue quien me motivó. Retablarte nació de querer tener algo propio, algo que me motivara”, cuenta; todo esto se dio en medio de la pandemia cuando le cancelaron sus contratos como docente.
Greta por su parte, reconoció que su profesión no la apasionaba realmente, y decidió apoyar a su amiga con su idea, “Retablarte fue un salvavidas para Lizeth y una manera de descubrirme a mí, por eso le dije que contara conmigo, además de que yo ya manejaba algunos programas de diseño y las artes gráficas no solo se tratan de editar, subir y vender, sino que me han permitido conocer las historias de diferentes personas”, expresó.
Su trabajo traspasó el plano local
La cuenta de Retablarte en las redes sociales ha ido creciendo poco a poco, gracias al trabajo incansable y el empeño que le ponen sus creadoras a cada uno de los cuadros que realizan, a tal punto que ya los clientes no solo solicitan retablos en la capital del Cesar, sino en otras ciudades de Colombia e incluso fuera del país. “No solo hemos crecido como emprendimiento sino como personas con el hecho que nos conozcan en más departamentos, cuando caímos en cuenta fue cuando ya nos empezaron a pedir cuadros de Barranquilla, de Medellín y otras ciudades”, señala Greta.
Lizeth, asegura que es gratificante ver los rostros de los clientes cuando reciben sus retablos. “Cuando nos mandan a hacer fotos de personas que ya no están muchas veces es un reto, pero lo asumimos. Tenemos muchas anécdotas, nos envían videos de las reacciones cuando reciben los retablos, nos han pedido desde España, una de esas reacciones fue muy conmovedora porque la persona lloró al ver a su familiar fallecido en el cuadro”.
Y esos son solo los primeros frutos del empeño que este par de mujeres le han puesto a su negocio. “Nos han acogido muy bien, ya tenemos un caminito armado, ahora nos conocen más y hemos ido mejorando nuestras técnicas”, agrega Lizeth.
“Tal vez no seamos los únicos, pero tratamos de ser los mejores”
Esta es la frase con la que se identifican las creadoras de Retablarte, ya que se han dedicado a empaparse de todo lo relacionado con la publicidad para ofrecer un producto de calidad a sus clientes. “Estamos aprendiendo de los errores, esto me ha ayudado a estudiar, aprender y a perfeccionar cada diseño”, afirma Greta.
Sin embargo, día a día buscan dar lo mejor de sí para que su negocio continúe surgiendo como hasta ahora y ampliar la variedad de productos que tienen para ofrecer. “Nuestro proyecto más adelante es tomar nosotras mismas las fotografías, de momento lo que hacemos es revivir las fotos y nosotros hacemos con esa foto un retablo. también hacemos mugs para los eventos especial, como día del padre, día de la madre, día del maestro, cumpleaños. Hacemos pendones, tarjetas de presentación y todo lo relacionado con publicidad”, indicaron.
Finalmente, estas jóvenes emprendedoras instaron a quienes como ellas buscan consolidar sus negocios a que no se detengan por el miedo a alcanzar tus objetivos, “es mejor intentarlo y fracasar a no intentarlo y nunca saber cómo hubiese sido”, expresaron.
Asimismo, precisaron que con un emprendimiento no van a enriquecerse de la noche a la mañana, y que es importante tener disposición, tener sentido de pertenencia y disfrutar el trabajo para que los clientes puedan disfrutar el resultado.
