Mientras el papá huye de la justicia por haber sido condenado por celebración indebida de contratos y peculado, su hijo Andrés Arturo Fernández comenzó a seguirle sus pasos desde las entidades públicas, así favoreció a una empresa con la que tiene vínculos comerciales y familiares para que se quedaran con un contrato de mas de 1700 millones de pesos.