El Periódico conoció el diseño original del proyecto de la verdadera Casa en el Aire que nunca hicieron, desde qué año se venía gestando, su verdadero costo, y cuáles fueron los políticos que intervinieron para remplazarla, por una moll de cemento de más de 12 mil millones de pesos; los detalles fueron entregados por el arquitecto Alberto de Jesús González Mestre, quien le dijo a este medio de comunicación que tuvo un acercamiento con un presidente, una ministra y dos exalcaldes de Valledupar para realizar la casa en el aire, que tenía el beneplácito del compositor de Rafael Escalona para su construcción, pero no hubo luz verde para ello.
Según el arquitecto Alberto González, la idea de construir la casa en el aire viene desde el año 2002, cuando aún vivía el compositor Rafael Escalona, autor de una canción que lleva el mismo nombre. “El maestro Escalona se presentó a las 6:00 de la mañana en mi oficina y me dijo: Beto, vine a pedirte un favor, es que necesito que tú me diseñes un proyecto para hacer una casita de campo en Suesca, Cundinamarca, lo que uno no se imaginaba era que esa casa de campo se convertiría en la casa en el aire que se quiso construir en Valledupar”, así explicó el arquitecto Alberto González.
La construcción de la casa en el aire comienza a tomar fuerza después de que se conoció la maqueta original.
“Entonces dije, bueno hay que hacerle una maqueta. La maqueta es desarmable, Rafa se emocionó y comenzó a mostrarla. Una tarde estaba ahí Evelio Daza, García Márquez, Manuel Zapata Olivella, Miguel López -entonces él (Rafa) mostró la maqueta y la abrió- y dijo Carlos Alberto Atehortúa: “Por fin alguien hizo aterrizar la casa en el aire”. En la reunión siguiente dijo Gabriel García Márquez: “Rafa pero que casa campo ni que ocho cuartos, eso hay que hacerlo es en Valledupar, que quede como un monumento a la casa en el aire, que quede como un museo”, explicó González Mestre.
De ahí asegura el arquitecto salió la idea de ir donde el Presidente de la República, en ese entonces estaba Álvaro Uribe Vélez, era alcalde de Valledupar Ciro Pupo Castro. Alfonso López Michelsen le llevó la inquietud a Uribe. “Yo fui y me atendieron unos funcionarios, me dijeron que fuera hablar con la ministra María Concepción Araujo, (La Conchi), Ella me dijo eso va, por orden del presidente. Entonces te comisionamos para que escojas el sitio, lo que te tiene que quedar claro es que nosotros no podemos contratar directamente, tiene que haber tres propuestas. Para contratar directamente tú tienes que regalar el proyecto y dije claro que lo voy a regalar. Entonces escogimos el sitio que es donde está el proyecto sin terminar, pero nos sobrevino la muerte del maestro. Ahí se perdió un poquito de dinamismo, pero quedó la idea. La ministra me dijo: tú vas en representación del Gobierno Nacional. Entonces hablamos con Ciro Pupo, pero él fue un poquito displicente, me mandó a hablar con el secretario de Planeación que era Carlos Vidal, pero no hubo receptividad”.
En la primera candidatura de Augusto Daniel Ramírez Uhía, en el año 2012, comenzó su amor por el proyecto de la casa en el aire. Sin embargo, en esa ocasión no pudo llegar a la alcaldía y se frenó la idea de ejecutar la obra. No obstante, en el 2015, Uhía siendo alcalde retomó la iniciativa, sin embargo, ya ‘Tuto’ no era independiente y obedecía ordenes de su padrino político Alfredo ‘Ape’ Cuello, quien decía que se hacía y que no en la alcaldía de Valledupar.
“Él estaba enamorado de la casa en el aire, hablamos más de 20 veces. Con él nació la idea de poner piedras gigantes para simular las nubes, incluso la posibilidad de un manantial” explicó el arquitecto.
Aseveró, además, “Cuando Tuto ganó me preguntó los costos, le dije un metro cuadrado de construcción está en dos millones de pesos poniéndolo muy caro. Este proyecto tiene 175 metros cuadrados, pero como hay una obra externa escultural que hay que tratarla por aparte, esas cuestan 150 millones de pesos, pongámosle que la casa en el aire cueste 500 millones de pesos y yo les regalaba los diseños”.
Aunque el escultor no lo afirmó, si dejó entrever que lo que no le gustó al exalcalde Augusto Ramírez fue el valor, pues le dijo al arquitecto que él pensaba que la obra era más costosa, y esa habría sido la razón por la cual la verdadera obra no se realizó, además que uno de los principales opositores del proyecto fue el congresista Alfredo ‘Ape’ Cuello, quien terminó recomendando a los contratistas que se han gastado cerca de 12 mil millones de pesos en una obra que aún no han culminado.
Lo que vino después, fue el comienzo del desastre, debido a que la alcaldía de Augusto Ramírez Uhía, decidió contratar para que le hicieran los diseños, sin tener en cuenta que el arquitecto González Mestre, se los estaba regalando. “Después supe que tuvo una reunión con algunos asesores y concluyeron que era mejor buscar otra alternativa y contrataron a la Universidad Nacional. El fracaso del proyecto no desdice de la calidad académica de la universidad”, puntualizó el arquitecto.
El Periódico: ¿Hacia dónde mira la casa en el aire que construyeron?
Alberto González Mestre: Supuestamente hacia todos los puntos cardinales, pero hace hincapié en la novena. Tengo una anécdota de cuando el alcalde actual (Mello Castro) la conoció y preguntó: “¿bueno y esto que es? Un mirador ¿para mirar qué?”; El cerro se ve perfecto sin eso, CICOLAC se ve, lo único que hay para ver es la fachada de Unicentro que es muy desafortunada.
E.P: ¿Hay alguna posibilidad de plasmar esto en Valledupar?
A.G.M: Yo no digo que hay posibilidad, digo que hay seguridad absoluta. Te lo digo porque los patillaleros quieren, debería ser en Patillal en el cerro Las Cabras, como una casa museo o una casa de la cultura.
E.P: ¿Cuál fue su reacción al ver la casa en el aire que aún está en construcción?
A.G.M: Dolor de vallenatía, dolor de patria moral, porque hay algo de lo que no somos suficientemente conscientes: ser vallenato casi que es un privilegio. Somos una ciudad que tenemos el calor humano de los pueblos y siendo un pueblo tenemos las comodidades de cualquier gran ciudad. Nos ganamos el concurso de los más limpios, somos los más arborizados, la clase media más pujante, el mejor folclor del universo, los más amados por Colombia. Eso lo podemos potencializar y la herramienta es nuestro folclor, convertirlo en un lenguaje para nuestra arquitectura es altamente deseado. Entonces fue una frustración tremenda, pero hay cosas que por su propia voluntad se imponen y eso tendrá que hacerse.
La obra actual no ha tenido aceptación, entre otras cosas, como símbolo no expresa la idea de la casa en el aire, como función es un poco vaga y como inversión es completamente injustificada, porque estamos acostumbrados a hablar de miles de millones y hay que romper con este esquema.
E.P: ¿Lo volvieron a contactar?
A.G.M: En una rendición de cuentas, yo asistí y toqué el proyecto, pero él me dijo que había unas personas que no les gustaba, que a la mayoría sí, pero para estar seguro convocó a la Nacional y yo le dije perfecto alcalde, no se preocupe, pero le aconsejo que para la canción inédita no haga concurso, sino que convoque a la Nacional.
La verdadera casa en el aire esta a punto de ganar premio de arquitectura.
En Colombia hay dos categorías para Premio Nacional de Arquitectura, uno es obras ya construidas o en su defecto proyectos de investigación, un compañero creó una entidad que se llama Asociación de Artistas y Arquitectos y Egresados de la Universidad Nacional – AAU; él participó con este proyecto (La Casa en el Aire) para competir por el premio y está entre los tres elegibles.
¿A quién le dieron el millonario contrato?
La empresa Broers Constructores S.A.S, a la que le otorgaron el millonario contrato, por más de 12 mil millones de pesos de la polémica Casa en el Aire mediante un consorcio que lleva el mismo nombre, es de propiedad de la familia Matos, los hermanos Jorge Mario Peña Matos y José Carlos Peña Matos, son los propietarios, tal como reposa en el acta de constitución firmada en el año 2016, no obstante su aparición en el mercado de las licitaciones del Cesar vienen desde mediados de 2013, cuando contrataban con la empresa Magnun Construction INC S.A.S la cual fue unificada en 2016, mediante acta 002 con Broers Constructores S.A.S.
Broers constructores S.A.S, según sus actualizaciones del registro único de proponente, hace parte de la lista de contratitas privilegiado con la contratación en el Cesar, según su historial, desde el 2013 los hermanos Peña Matos están metidos en el negocio. Y han realizado consorcios con las empresas, Proarquimas Zomac S.A.S, Bioproject S.A.S empresas mencionadas en nuestras publicaciones anteriores y que estarían inmersos en un posible parte de un carrusel de contratación. Broers, ha contratado con las alcaldías de Codazzi, San Diego, La Paz, la Gobernación del Cesar, Becerril, El Paso, Chiriguaná, San Martín, Pailitas y Valledupar, así mismo con otras entidades como el ICBF y Corpocesar en el gobierno de Kaleb Villalobos.
Dos particularidades fueron encontradas dentro de la investigación que adelantó El Periódico sobre la ejecución de las obras de esta empresa; la primera que nunca terminan los proyectos en el tiempo pactado inicialmente, es decir, en la mayoría de contratos han pedido prorrogas en tiempo, y segundo las adiciones a los contratos, otra de las modalidades recurrente en el caso de la ‘Casa en el Aire’.
El historial
La empresa Broers Constructores S.A.S, ha realizado interventoría a temas ambientales, a realizados suministros de equipos de oficina, construcción de baños y placa huella, hasta llegar a la construcción de la mega obra llamada ‘Casa en el Aire.
A través de la Unión Temporal el Progreso, en el año 2013, mediante contrato de obra 003-2013 Magnun Construction INC S.A.S, que terminó unificada con Broers Constructores S.A.S, esta ejecutó con un contrato por 2’090 millones de pesos, para la construcción de unas baterías sanitarias con poza séptica en zona rural del municipio de Codazzi, en el gobierno de Efraín Quintero Mendoza, padre del hoy secretario de obras del municipio de Valledupar, Efraín Quintero Ternera, que fue el mismo que firmó el acta de terminación del contrato de la ‘Casa en el aire’ en representación del municipio de Valledupar, entre Efraín Quintero y Peña Matos.
Por qué le dijeron no al proyecto: la primera razón que tuvieron, el exalcalde de Valledupar Augusto Daniel Ramírez Uhía y el congresista Alfredo ‘Ape’ Cuello de no aprobar la casa en el aire que costaba 500 millones de pesos, era el monto, es decir era irrisorio, para lo que ellos tenían contemplado.