El escándalo que ha sacudido al país por cuenta de los llamados ‘audios de Benedetti’ y que desató una tormenta política al interior del gobierno de Gustavo Petro, no es la primera vez que sucede en Colombia, en el gobierno de Iván Duque Márquez, se conocieron unas interceptaciones realizadas al narcotraficante José Guillermo Hernández, más conocido como Ñeñe Hernández, el caso se conoció como la ‘Ñeñepolítica’ y aunque al igual que los audios del exembajador en Venezuela, el Ñeñe, también en las conversaciones interceptadas, habló de financiación de campaña, apoyos políticos, reuniones estratégicas con personas de dudosa procedencia en el Cesar a favor de la campaña de Duque, el tema no tuvo eco en profundidad, pues salpicaba a gente cercana a Álvaro Uribe Vélez y prestantes políticos del Cesar entre ellos al representante Alfredo Ape Cuello.

Los escenarios se repiten, Armando Benedetti, un barón político del Atlántico tuvo el poder en la campaña de Gustavo Petro para organizar todo el tema en el departamento del Atlántico, fue el encargado de las movidas políticas en esa región, y habla de que a la campaña habría ingresado, cerca de 15 mil millones de pesos, esta afirmación fue tomada por detractores del gobierno para instaurar un centenar de demandas ante la comisión de acusaciones de la Cámara de Representante en contra del presidente Gustavo Petro, por estar inmerso en proceso similar al que afrontó el expresidente Ernesto Samper, que fue llamado el proceso 8000, y que hizo referencia al ingreso de dineros del narcotráfico a su campaña.
En el año 2020 se conocieron los audios, de Ñeñe Hernández, quién fue el encargo de organizar en los departamentos del Cesar y La Guajira las movidas políticas y financieras de la campaña de Iván Duque a la presidencia, Ñeñe se movía bajo la fachada de ganadero, pero al parecer estaba inmerso en negocios de narcotráfico y lavado de activos, él junto a María Claudia Daza, conocida en el mundo político como «Cayita Daza» mujer de confianza de la primera línea de Álvaro Uribe, fueron los encargados de todo el andamiaje político y financiero en esta zona del país, sin embargo, pese a lo diciente de las interceptaciones, el presidente Iván Duque salió ileso y como premio el fiscal archivo el caso. Mientras que las únicas medidas tomadas por el presidente en ese momento fue sacar de circulación política y del país a «Cayita Daza» y antes de que salieran los audios del Ñeñe Hernández a la luz pública, se dio su asesinato en Brasil en extrañas circunstancias.
Por otro lado frente al tema de las chuzadas, que salpican a Laura Sarabia quien fuera la mujer de confianza de Armando Benedetti, y por el cual, el fiscal Francisco Barbosa salió a repudiar el hecho, hay que recordar que el 13 de enero de 2020, siendo presidente Iván Duque, la misma revista Semana reveló un cuartel de interceptaciones ilegales al interior del Ejército que le costó el puesto a Nicasio Martínez, allí chuzaban a magistrados, políticos de oposición del gobierno y periodistas, del caso no se supo más y las investigaciones cesaron o terminaron archivadas.