Los mimos que piden que el departamento del Cesar pueda salir de la crisis en la que se encuentra, son los mismos que se roban los sueños de quienes quieren ver crecer a esta región del País, un ejemplo claro es la Universidad Popular del Cesar, donde la academia quedó en un tercer plano, en el primer plano quedó ver al Alma Mater como un fortín político al servicio de los diferentes clanes y el segundo, es el interés desmedido de los que llegan a la rectoría, a las subdirecciones, e inclusive los que llegan al Consejo Superior ven en la UPC una mina de oro, con la cual buscan arreglar su futuro.
Con la llegada de Rober Trinidad Romero Ramírez, a la rectoría de la Upc, muchos presagiábamos lo que iba a pasar, y era que la corrupción tomaría más fuerza en los pasillos y oficina del Alma Mater, solo con la forma en cómo llegó al cargo, hacía pensar lo peor. Lo que sucede hoy al interior de la UPC, hace remembrar los tiempos en los que los paramilitares se adueñaron del alma mater, no existe la meritocracia, sino, los cargos impuestos por el político, el consejero o el que más apoyo haya brindado para que Rober Trinidad, haya logrado su sueño de manejar los destinos del centro de educación superior.
Es inexplicable que en el Consejo Superior de la UPC, el máximo órgano para la toma de decisiones de la universidad, este como representante de los exrectores, Carlos Darío Morón Cuello, es actual rector de la Universidad de Santander UDES en la ciudad de Valledupar, a donde han ido a parar varios proyectos que al parecer en primera instancia debieron ser ejecutados para la UPC. Pero el puesto de Consejero, no es lo único que le ha servido para direccionar proyectos para su universidad, sino, estar inmerso en diferentes entes descentralizados y manejados por el clan Gnecco como el CDT Ganadero.
Causa extrañeza que el señor rector se haga el de la vista gorda y no haya emprendido acciones en contra de este consejero, y a estas alturas esté durmiendo con el enemigo.
Pero que Rober Trinidad Romero Ramírez, permita que el rector de la UDES tenga injerencia en las decisiones de la universidad que el dirige, no es lo único, el rector, le estregó la vicerrectoría administrativa a Orlando Gregorio Seoanes Lerma, quien para el año 2015 fue imputado y cobijado con medida de aseguramiento, por los delitos de peculado por apropiación por la comisión de un delito contra la administración pública, el señor Seoanes Lerma, según la Fiscalía hizo parte de una organización que se apropió de recurso públicos cuando ostentaba un cargo en el Sena en el departamento del Cesar, no obstante el señor Robert Trinidad, decidió darle el manejo de la chequera de la UPC a una persona que ya fue imputado por apropiarse de recursos públicos.
En una fotografía quedó evidenciado la forma como a Robert Romero antes de llegar a la rectoría de la UPC, le dieron la bienvenida al equipo azul, es decir, al equipo político del representante a la Cámara por el Cesar Alfredo Ape Cuello, el rector en retribución, le entregó la jefatura de planeación de la universidad, para ello dejó a Álvaro Iglesias Ibarra en el cargo, quien es amigo personal de Ape Cuello y cercano a los contratistas que se quedan con los millonarios contratos del Alma Mater.
Estas son solo algunas de las aristas de la corrupción al interior de la UPC, no obstante, El Periódico seguirá investigando para desmantelar, las inconsistencias en los diferentes procesos al interior de la universidad pública del departamento del Cesar.