Por: Junior Guerra Márquez
Lo que se vivió en días anteriores en Valledupar, la muerte de dos jóvenes presuntos asaltantes, nos lleva a reflexionar del cómo estamos formando a nuestros hijos para desenvolverse en la sociedad.
Es preocupante, debido a que una juventud sin rumbo, autoridad dentro de los hogares, sin futuro por falta de oportunidades, los lleva a cometer esta serie de errores, recordemos que Valledupar es una de las ciudades con mayor índice de desempleo en Colombia, nuestros gobernantes tienen gran responsabilidad para que nuestras juventudes salgan del flagelo de la delincuencia.
Hoy vemos que las muertes en la ciudad de los Santos Reyes, se convierten solo en estadísticas, pero: ¿Qué se está haciendo para que las cifras se reduzcan y pasemos a contar menos muertos?
Muchas familias desconocen las labores criminales de sus hijos, aún, puedo asegurar, que las autoridades saben más del mal proceder de los delincuentes en proceso, que los mismos padres, debido a las diferentes anotaciones que tienen algunos y que salen a la luz cuando ya son dados de baja en algún evento criminal.
Si las entidades judiciales conocen sobre el proceder de algunos jóvenes de Valledupar en el área criminal, ¿por qué no se han tomado los correctivos pertinentes antes de que estos terminen perdiendo la vida?
Estos y muchos interrogantes, son los que generan la preocupación que hoy nos embarga a muchos de los ciudadanos que nos duele que nuestras juventudes no estén tomando el mejor de los rumbos.
Leer en los titulares de la prensa que, en lo que va corrido de este año o hasta el cierre de esta edición en Valledupar se han registrado 126 muertes violentas, y estrellarse con la realidad de que esta cifra no alarma a ninguna autoridad competente, deja al desnudo que el gobierno municipal y departamental está frente una purga como si en Colombia existiera la pena de muerte para los mal portados.
El Fiscal General de la Nación, aseguró descaradamente qué, el 85 por ciento de las víctimas de homicidios en Valledupar, presentan anotaciones, entonces nace otra pregunta ¿Cuáles son los correctivos que se están tomando para reducir esta cifra y sacar de las calles a tiempo (sin quitarle la vida) a estos criminales en proceso?
Crear oportunidad por parte del gobierno departamental y municipal y como padres, formar a nuestros hijos con valores y temor, es una responsabilidad conjunta que podemos lograr como sociedad