En medio de la tristeza, la mañana de este martes, habitantes del corregimiento de San José de Oriente, se volcaron a las calles a marchar en rechazo del asesinato de los niños de 7 y 4 años, que murieron envenenados por su padre. Vestidos de blanco, con globos y pancartas, niños y adultos pedían justicia por el atroz crimen.
Francisco Hernández Rojano, padre de los menores, tras intentar quitarse la vida con el veneno, fue internado en la clínica Valledupar de la capital del Cesar, donde permanece bajo vigilancia policial. Una vez su estado de salud mejore, la Fiscalía procederá a imputarle los delitos de homicidio agravado (por la muerte del niño) y de feminicidio agravado (por la muerte de la niña), al tiempo que se solicitará la imposición de medida de aseguramiento en centro carcelario por estos hechos. Se conoció que podría enfrentar una condena de hasta 60 años.
Últimos momentos de los niños con su mamá
Los padres de los pequeños se habían separado hace cuatro meses, por lo que el padre llegó a las 8:40 del pasado domingo a buscarlos porque quería pasar el fin de semana con ellos, según relató Yeraldin Marcela Soza, madre de los menores.
Los niños estaban contentos, ilusionados con un paseo. Moisés llevaba un pantalón naranja y su hermana Adriana Lucía, un vestido verde. “Mami ya venimos, no te vamos dejar solita”, fueron las últimas palabras que la niña le dijo a su mamá, sin sospechar lo que sucedería al salir de la casa junto a su padre.